África se enfrenta a su peor crisis alimentaria en 40 años. Casi 114 millones de personas en el África subsahariana, Casi la mitad la población de Estados Unidos, se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. En África Oriental, 50 millones de personas corren peligro. En el Sahel, el número de personas que necesitan ayuda alimentaria de emergencia se ha cuadruplicado hasta alcanzar los 30 millones en los últimos siete años.
El cambio climático, el aumento de los conflictos y la baja productividad agrícola han agravado el problema de la crisis alimentaria en África. Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha pedido intervenciones inmediatas y a largo plazo.
Son los más vulnerables quienes están pagando el precio más alto de la actual crisis alimentaria. Hombres y mujeres pierden sus medios de subsistencia cuando se pierden las cosechas, los animales mueren de hambre o de sed y los suelos son arrasados. Los niños pasan hambre y su educación se ve interrumpida. A medida que la sequía relega las necesidades alimentarias, las mujeres se ven afectadas, especialmente las jóvenes y las mujeres embarazadas y lactantes, que también tienen dificultades para acceder a la higiene menstrual.
Todos los países africanos necesitan urgentemente ayuda humanitaria para llevar a cabo sus acciones destinadas a salvar vidas. Organizaciones como las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están intensificando, junto con la FICR, los gobiernos y los socios, la prestación de este apoyo urgente. Pero reconocen, al igual que WWF, la necesidad de aumentar también la resiliencia ante los peligros y abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria.

Los factores de la inseguridad alimentaria son múltiples. Muchas causas subyacentes se encuentran en la doble crisis medioambiental del clima y la pérdida de naturaleza, que se suman a la problemas causada por factores como la pobreza y los conflictos. Cada uno de estos factores repercute directamente en la seguridad alimentaria de las poblaciones y todos ellos son causantes de malnutrición entre las poblaciones vulnerables de África.
"Nos faltan alimentos y agua. Se puede huir de los combates, pero no de la sequía", afirma Deeko Adan Warsame, presidenta del Consejo de Mujeres de Guriel, en el norte de Somalia.
Somalia, un Estado de África Oriental, se ha visto duramente afectada. El ganado, medio esencial de subsistencia en el Cuerno de África, está amenazado por la persistente sequía. Esto ha provocado una matanza sin precedentes en los rebaños debido a la falta de pastos y agua.
Se calcula que murieron 1,5 millones de animales, y los que sobrevivieron estaban débiles y debilitados. La producción agrícola es entre un 58% y un 70% inferior a la media de toda la región.
Y lo que ocurre en Somalia se repite en otros países del Cuerno de África y hasta la franja saheliana.

La agricultura de secano en el Cuerno de África ha fracasado casi sistemáticamente en los últimos años. Muchos agricultores no han tenido entonces más remedio que abandonar sus campos para instalarse en las grandes ciudades con la esperanza de encontrar otros medios de subsistencia.
El Sahel también sufre las consecuencias de una de las peores temporadas de lluvias en 40 añosy más de 12 millones de personas corren el riesgo de sufrir inseguridad alimentaria grave, 1,7 millones de ellas en situación de emergencia, en cinco países del Sahel: Malí, Níger, Burkina Faso, Mauritania y Chad.
Las tasas de desnutrición están aumentando debido al deterioro del poder adquisitivo y al limitado acceso a alimentos sanos y atención sanitaria. Estas elevadas tasas de desnutrición también se observan en Kenia y la República Centroafricana.
Ante el creciente riesgo de hambruna en el África subsahariana, Desarrollo y paz proporcionar ayuda de emergencia para evitar una catástrofe humanitaria. En Somalia, algunas organizaciones humanitarias sobre el terreno ya están proporcionando principal tratamiento de la desnutrición aguda grave y moderada a niños menores de cinco años y mujeres embarazadas y lactantes, así como sesiones de formación y sensibilización para padres y cuidadores con el fin de mejorar sus conocimientos y aptitudes en materia de nutrición.
Además de la ayuda de emergencia, la organización humanitaria Desarrollo y paz ya está apoyando soluciones locales a largo plazo para estas crisis mediante la ejecución de proyectos de seguridad y soberanía alimentarias en los sectores de producción y transformación de los países del Sur, por ejemplo, en el Sahel, y Madagascar. Estos proyectos apoyan las prácticas agrícolas de los pequeños agricultores que son resistentes al cambio climático y a la fluctuación de los mercados internacionales, al tiempo que abordan las limitaciones a las que se enfrentan quienes trabajan en otros eslabones de la cadena alimentaria. Esta inversión en la pequeña agricultura contribuirá además a reforzar los mercados agroalimentarios locales, fomentar prácticas agrícolas ecológicas sostenibles, aumentar la soberanía alimentaria del África subsahariana y evitar futuras hambrunas.