El tráfico de aviones privados se vio interrumpido este sábado, 5 de noviembre de 2022, en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam. Varios cientos de Greenpeace y activistas de Extinction Rebellion irrumpieron en la pista de una zona del aeropuerto dedicada a los jets privados, sentándose cerca de las ruedas de los aviones para impedir que despegaran.
Otros activistas también recorrieron la pista en bicicleta, y otros ocuparon los alrededores del vestíbulo principal de la terminal portando pancartas en las que se leía "Restringir la aviación" y "No más trenes“.
En una declaración a la prensa, la policía militar encargada de la seguridad en el aeropuerto afirmó haber "llevado a cabo varias detenciones de personas que se encontraban en el interior del aeropuerto sin autorización".
Los grupos ecologistas Greenpeace y Extinction Rebellion protestan contra las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la industria de la aviación.
Afirman que el aeropuerto de Schiphol es la mayor fuente de emisiones de dióxido de carbono de los Países Bajos, emitiendo 12.000 millones de kilogramos al año.
Greenpeace Países Bajos denuncia, en su página web, "que en plena crisis climática, Schiphol sigue contaminando enormemente sin incidentes, en detrimento del clima y de los residentes locales". La organización ha dicho que quiere menos vuelos, menos trenes y la prohibición de vuelos de corta distancia y aviones privados.
"La acción de hoy significa que el aeropuerto de Schiphol debe reducir sus emisiones, debe haber menos vuelos". Greenpeace Países Bajos declaró a la AFP la portavoz Faiza Oulahsen. "Empezamos con vuelos que no necesitamos en absoluto, como jets privados y vuelos cortos".

Por su parte, la dirección del aeropuerto dijo en respuesta a la protesta que se había fijado el objetivo de cero emisiones para 2030 y apoyaba las ambiciones del sector de la aviación de lograr la neutralidad de carbono para 2050.
El aeropuerto de Schiphol ya había sido objeto de una acción similar a finales de 2020, cuando activistas climáticos bloquearon el acceso.
Los activistas medioambientales han intensificado sus acciones últimamente, y algunos exigen al gobierno holandés que prohíba volar a todos los aviones privados del país.
En junio de este año, el Gobierno neerlandés anunció planes para limitar el número anual de pasajeros a 1,5 millones. el aeropuerto a 440.000 para limitar la contaminación atmosférica, lo que supondría un descenso del número de pasajeros de 11% a partir de 2019.