Los senadores del Partido Alianza Verde de Colombia están pidiendo al presidente Iván Duque que ratifique el Acuerdo de Escazú. Se trata del primer acuerdo multilateral sobre el medio ambiente en América Latina y el Caribe – y en el mundo – que protegería a los defensores de los derechos humanos en materia de medio ambiente.

HASTA LA FECHA, EL TRATADO HA SIDO RATIFICADO EN 9 PAÍSES. SIN EMBARGO, DEBE SER RATIFICADO POR AL MENOS 11 ESTADOS PARA ENTRAR EN VIGOR Y SER LEGALMENTE VINCULANTE

La solicitud del Partido Alianza Verde de Colombia llega en un momento decisivo, ya que el Congreso colombiano está programado para reunirse el 14 de octubre para la presentación del Acuerdo de Escazú al Senado y a la Cámara. En los meses anteriores se ha visto una oposición desde dentro del Congreso contra el tratado. Los partidos opositores citan el efecto en los sectores de la minería, la energía y el transporte. Otra fuente de controversia es el alcance del principio de precaución y hasta donde llegará.

Un poderoso instrumento en potencia

El Acuerdo de Escazú en América Latina y el Caribe – más formalmente conocido como el Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, Participación Pública y Justicia en Materia de Medio Ambiente – fue adoptado el 4 de marzo de 2018, en Escazú, Costa Rica.

¿Su objetivo? Garantizar la aplicación plena y efectiva de los derechos de acceso a la información ambiental. Más importante aún, la participación pública en la toma de decisiones ambientales y el acceso a la justicia en materia ambiental.

El Acuerdo de Escazú es el único acuerdo vinculante derivado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20). El acuerdo, desde septiembre de 2018, ha sido firmado por 24 de los 33 países a los que se abrió. Hasta la fecha, ha sido ratificado en 9 países. El tratado debe ser ratificado por lo menos en 11 países para entrar en vigor y ser legalmente vinculante.

En Colombia

Tras la presión pública contra el gobierno de Iván Duque, Colombia se unió a la lista de países firmantes en diciembre de 2019. Uno de los últimos países en hacerlo, seguido por Belice y Dominica justo el mes pasado, la adopción formal del acuerdo se enfrenta ahora a un retroceso desde dentro del congreso.

Los senadores de la Alianza Verde se pronuncian

Antonio Sanguino Páez es uno de los nueve senadores del Partido Alianza Verde que ocupa un escaño en el Senado colombiano. En una sesión virtual del Congreso el martes pasado, Páez abogó por la ratificación del Acuerdo de Escazú en vista del reciente debate para prohibir la mega-minería de oro en las Malas Tierras de Santurbán, que protegería los acuíferos de agua potable de la contaminación de alto riesgo.

https://www.facebook.com/494796217322155/videos/368446197663562/

Antonio Sanguino Páez – “Estas son mis propuestas en el debate sobre el control político para proteger el #SancturbanMerdam. Revisión de los Tratados de Libre Comercio que favorecen a las mega-multinacionales y ratificación del Acuerdo de Escazú.” #Santurbanalsenado

El senador de la Alianza Verde, Jorge Eduardo Londoño, anterior Ministro de Justicia y Derecho de Colombia, compartió una petición al presidente Iván Duque y al Congreso a través de las redes sociales.

https://www.facebook.com/JorgeELondonoU/posts/4652819038092610

Las Comisiones Segundas del Congreso se reunirán el 14 de octubre para la presentación del Acuerdo de Escazú por parte del Gobierno Nacional al Senado y a la Cámara.

La segunda reunión de todos los países signatarios se realizará en menos de dos meses, el 9 y 10 de diciembre de 2020.

Natalia Ortiz Peñate

Née et élevée à Madrid, en Espagne, Natalia a déménagé au Canada à l'adolescence pour poursuivre une éducation plus diversifiée et un avenir plus prometteur. Installée à Montréal depuis l'automne 2016, elle est aujourd'hui une fière diplômée de l'Université McGill, titulaire d'un baccalauréat en sciences politiques et en études du développement international. Au cours de ses études de premier cycle à McGill, elle a développé une passion pour la défense des droits de l'homme et le développement durable. En raison de sa formation en sciences politiques, elle s'intéresse également aux notions de gouvernance mondiale et de diplomatie, et a développé un intérêt particulier pour les domaines de la protection des droits de l'homme, de la réduction de la pauvreté et du développement international, le tout dans le cadre de la durabilité. Dans un avenir proche, elle aspire à poursuivre ses études et à s'impliquer professionnellement dans la politique mondiale et les affaires internationales afin de contribuer au changement qu'elle souhaite voir dans le monde.

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Née et élevée à Madrid, en Espagne, Natalia a déménagé au Canada à l'adolescence pour poursuivre une éducation plus diversifiée et un avenir plus prometteur. Installée à Montréal depuis l'automne 2016, elle est aujourd'hui une fière diplômée de l'Université McGill, titulaire d'un baccalauréat en sciences politiques et en études du développement international. Au cours de ses études de premier cycle à McGill, elle a développé une passion pour la défense des droits de l'homme et le développement durable. En raison de sa formation en sciences politiques, elle s'intéresse également aux notions de gouvernance mondiale et de diplomatie, et a développé un intérêt particulier pour les domaines de la protection des droits de l'homme, de la réduction de la pauvreté et du développement international, le tout dans le cadre de la durabilité. Dans un avenir proche, elle aspire à poursuivre ses études et à s'impliquer professionnellement dans la politique mondiale et les affaires internationales afin de contribuer au changement qu'elle souhaite voir dans le monde.

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